Síndrome de Otelo: Celos que enferman
Trastorno delirante incluido en los trastornos obsesivo compulsivos
Trastorno delirante incluido en los trastornos obsesivo compulsivos
Los celos son naturales y en su justa medida normales en una relación de pareja. Pero que pasa cuando esos celos se transforman en una obsesión para quien los padece y en una tortura para quien los sufre. Es el caso de las personas que padecen el síndrome de Otelo.
¿Qué es el síndrome de Otelo?
Se trata de un trastorno delirante que se caracteriza por una excesiva e irracional preocupación por una posible infidelidad, absolutamente infundada, de la pareja. La persona que lo padece encuentra señales de infidelidad en acciones o cosas totalmente ilógicas.
Ese tipo de personas permanentemente están curioseando en los detalles de la vida social de su pareja a fin de encontrar cualquier indicio, aunque sea infundada de una infidelidad que alimente su enferma convicción.
El nombre síndrome de Otelo, fue dado por el psiquiatra inglés John Todd, en una publicación en el Journal de Desórdenes Nerviosos y Mentales con el título: El síndrome de Otelo: un estudio sobre la psicopatología de los celos por motivos sexuales en 1955. Claramente dicha nominación hace alusión al personaje de la comedia homónima de Shakespeare, quien mata a su esposa Desdémona poseído por sus celos enfermizos.
Características del Síndrome de Otelo
Esta incluido dentro de los trastornos obsesivos compulsivos y es más frecuente en los hombres que en las mujeres. La razón de esto se basa en elementos culturales y psicológicos. El apego hacia la figura materna que genera sentimientos encontrados de amor / odio. Los mandatos culturales que estimulan a los hombres a ejercer un rol de poder y dominación sobre la figura femenina. Y a la mujer a mantenerse sumisa ante sus reglas; por lo que cualquier conducta que suponga cierta autonomía resulta sospechosa.
El síndrome de Otelo puede cursar solo o conjuntamente con una esquizofrenia, alcoholismo, paranoia o adicción a la cocaína. Además en un 15% de los casos suele existir violencia hacía la persona que se cela.
Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo argentino explica al respecto de esta patología:
La persona está obsesionada con la idea de la infidelidad y muestra una serie de conductas que se manifiestan tratando de buscar pruebas que lo demuestren, por ejemplo, entrando en el ordenador o mirando el teléfono móvil de su pareja. También puede mostrarse violenta o humillar al otro
Cuando se llega al extremo del homicidio es que existe otro tipo de personalidad patológica de base como la paranoia o un delirio celotípico. Cuando hay un delirio es una idea irreversible con una serie de respuestas a esas ideas que son realmente graves