Enfermedades en los testículos (primera parte)

En este primer apartado se revisan tres patologías que asientan en el territorio gonadal masculino: Hidrocele, Gangrena de Fournier y Orquiepididimitis.

Patologia testicular y escrotal (primera parte)
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Hidrocele

El escroto (bolsa que envuelve a los testículos) consta de siete capas, entre ellas la capa vaginal visceral y la capa vaginal parietal.

El hidrocele consiste en la presencia de líquido seroso entre estas dos capas, sin comunicación con el peritoneo, aunque a veces en niños existe una comunicación fisiológica con peritoneo a través del conducto peritoneo-vaginal.

Causas
Puede ser consecuencia de Orquiepididimitis y cirugía linfática.

Clínica
El paciente refiere sensación de bulto no doloroso. La exploración se realiza mediante palpación en bipedestación (de pié). En ocasiones, se asocia a hernia inguinal, por lo que será importante hacer un diagnóstico diferencial para precisar si se trata de hidrocele puro (sólo se palpa conducto espermático) o con hernia (se palpan asas intestinales).

Para ayudar en esta diferenciación se pide al paciente que tosa, y si existe hernia protuyen las asas intestinales.

Diagnóstico
Existen dos técnicas que ayudan al diagnóstico, la transiluminación, que consiste en aplicar luz, que si atraviesa el escroto indica la presencia de líquido (hidrocele) y si no lo atraviesa indica que la estructura es sólida. La otra opción es la ecografía, que ayuda a diferenciar lo sólido de lo líquido, las asas intestinales y la presencia de cáncer.

Tratamiento
La opción principal es la cirugía mediante incisión transversal en el escroto. Se extraen las capas vaginales y se sutura.

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Gangrena de Fournier

Consiste en la gangrena que afecta al escroto y periné. Comienza con una necrosis de aparición brusca en el escroto. Puede darse en pacientes jóvenes y sanos, o lo más frecuente, en pacientes diabéticos, inmunodeprimidos, ancianos, alcohólicos o con cáncer.

Clínica
Comienza como un picor en el escroto, que pasa a dolor, con un olor desagradable. El comienzo es fulminante, con una mancha negra en el escroto que corresponde a la necrosis. Hay que tratarla urgentemente porque en pocas horas puede alcanzar dimensiones mayores a 10 centímetros. Afecta al tejido celular subcutáneo del escroto (no al testículo) y puede ascender al periné e incluso al ombligo.

Tratamiento
Quirúrgico y muy agresivo. Se extrae la zona de necrosis y se deja la herida abierta, requiriendo lavados diarios y cierre por segunda intención. Mal pronóstico.

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Orquiepididimitis

Infección en el testículo y epidídimo. Los gérmenes llegan por el conducto deferente desde una infección urinaria. Puede ocurrir también por virus parainfluenzae en la parotiditis.

Cuando es bilateral, ocasiona infertilidad, con testículos atróficos, pequeños y duros. La función hormonal es normal.

En personas adultas (de más de 50 años) se debe mayoritariamente a Escherichia Coli que proviene de la uretra. En estos pacientes existe con frecuencia hiperplasia prostática benigna.

En personas jóvenes (más de 20 años) ocurre por uretritis no gonocócicas, principalmente por Clamidia.

En niños no existen orquitis, y puede etiquetarse como orquitis lo que realmente es una torsión testicular.

Tratamiento
Cuando ocurre de forma repetida, se puede hacer vasectomía (interrumpir conducto deferente).