Diez recomendaciones contra el Cáncer
Existe un código contra el cáncer compuesto por una serie de recomendaciones que parten de la evidencia científica. Son diez normas o apartados que componen un decálogo aconsejado reiteradamente por la Organización Mundial de la Salud para todos los países miembros.
- Fume menos
- Evite la obesidad
- Realice actividad física moderada
- Aumente el consumo variado de frutas y hortalizas
- No beba alcohol
- Evite la exposición excesiva al sol
- Protección frente a radiaciones
- Vacunación contra la hepatitis B
- Screening en mujeres
- Detección precoz del cáncer de colon
Si fuma, fume menos, y nunca en presencia de personas no fumadoras (fumadores pasivos). Existe una clara participación del tabaco en diferentes tipos de cáncer: Pulmón, laringe, boca, faringe, esófago, páncreas, vejiga, cérvix y riñón. Por ello la Organización Mundial de la Salud insiste en el abandono de éste hábito nocivo. El riesgo de cáncer disminuye hasta el 50% tras 5 años sin fumar, y hasta el 90-100% tras 10 años. Además, también debemos tener en cuenta que el tabaco participa en el desarrollo de problemas cardiovasculares como la aterosclerosis.
La dieta con un nivel adecuado de calorías (normocalórica) es una de las actuaciones fundamentales en la prevención del cáncer. Además participa como el tabaco de las patologías cardiovasculares y de afectaciones músculo esqueléticas.
La actividad física moderada a diario favorece la lucha contra la obesidad, y aporta beneficio en múltiples patologías como la osteoporosis. Se recomienda un mínimo de 30 minutos diarios, seguidos o separados en tres periodos de 10 minutos. Al combatir la obesidad se previenen diferentes tipos de cáncer relacionados con ésta (siempre y cuando existan factores genéticos): Cáncer de endometrio, de vesícula biliar, de colon y recto, de mama (en postmenopáusicas).
Se recomiendan 5 raciones al día (2 ó más de verduras y hortalizas, 2-3 piezas de fruta), pues son preventivas del cáncer y de la enfermedad cardiovascular. También es importante limitar el consumo de alimentos con grasa animal (ácidos grasos saturados). El modelo ideal de alimentación viene representado por la dieta mediterránea.
En caso de beber alcohol, moderar el consumo a un máximo de dos tomas al día en el caso del hombre, y una en la mujer. No se ha demostrado un efecto directo del alcohol en sí mismo como causante de ningún tipo de cáncer, pero si está comprobado que multiplica el efecto perjudicial del tabaco, aumentando el riesgo de cáncer en fumadores. También acelera y refuerza el desarrollo de cáncer hepático en personas con Hepatitis B o Hepatitis C.
Respecto al cáncer de mama, hay estudios que coinciden en que una ingesta mayor a 30 gramos diarios de alcohol aumenta un 30-40% el riesgo de cáncer de mama respecto a la mujer no bebedora.
Hay que evitar las horas más duras de sol y utilizar cremas fotoprotectoras. Es importante proteger a los niños y adolescentes. El cáncer de piel está directamente relacionado con la exposición solar.
Evitar la exposición a sustancias tóxicas y radiaciones en el ambiente laboral.
Es una buena medida vacunarse para poder evitar la aparición de complicaciones de origen hepático que pueda dar lugar a la formación de cáncer.
A partir de los 25 años, las mujeres deben realizarse citologías para la detección precoz del cáncer de cuello uterino. A partir de los 50 años, deben realizarse mamografías para diagnóstico precoz de cáncer de mama.
En hombres como en mujeres, a partir de los 50 años, por medio de colonoscopia o test para encontrar sangre en heces.