Recuperación de la adicción depende del paciente en un 99.9%

La recuperación a largo plazo de quienes sufren adicciones depende en un 99.9 % de los propios pacientes, quienes deben aceptar el cambio de estilo de vida, además de aceptar que padecen una enfermedad y acepten el tratamiento, señaló la ex directora del departamento de adicciones del hospital Víctor Larco Herrera de Lima, Perú, Alicia Chu Esquerre.

La psiquiatra señaló que la familia ha sido estigmatizada como la causa de las adicciones, pero que esta tiene causas genéticas y sociales también. “La combinación de ambas, genera un cuadro adictivo. La familia contribuiría con la carga genética, y la sociedad con la oferta de sustancias y ser permisiva. La adicción la genera el sistema, y la familia es parte de él”, dijo.

Explicó que tenemos que entender que la adicción es una enfermedad crónica y tratable. "Es como la diabetes, se instala y dura el resto de la vida. Es recidivante, es decir que puede reaparecer en algún momento como síndrome, por ejemplo. El paciente debe guardar las precauciones y previsiones debidas", dijo.

La psiquiatra realizó una distinción entre la adicción y la conducta adictiva. “Esta última es como el inicio de un cuadro que puede convertirse en enfermedad o no. Es un comportamiento que puede llevar "a". Por ejemplo, si yo tomo mucha gaseosa, la probabilidad de que haga una diabetes es mucho más alta que si no tomara”.

Con respecto a qué determina la recuperación de un paciente, señaló que la aceptación de la enfermedad, si no la acepta, no hay manera de intervenirlo. Luego, la aceptación del tratamiento.

Algunos creen que lo pueden solos. Sin esas dos condiciones va ser difícil lograr una recuperación. Pero la tercera es aceptar el cambio de estilo de vida. Es decisión del paciente. 99.9 por ciento depende de él.

Aseveró también que un trauma social explica la aparición de la adicción a las drogas.

“La persona adicta es frágil emocionalmente para enfrentar ese trauma. Como no lo soporta, recae en consumo porque lo alivia de la angustia. Los traumas sociales más frecuentes son las desavenencias familiares, el abuso sexual, problemas en la evolución de la personalidad, de identidad sexual o los ligados a elegir una profesión (jóvenes)”.

-Andina