Diabetes Tipo I, causas y tratamiento
La Diabetes Tipo I es una de las enfermedades crónicas más comunes entre niños, adolescentes y jóvenes.
La Diabetes Tipo I es una de las enfermedades crónicas más comunes entre niños, adolescentes y jóvenes.
La Diabetes Tipo I o Diabetes Insulino – dependiente, es una enfermedad crónica que se produce cuando el páncreas no produce la suficiente insulina como para controlar los niveles de azúcar en sangre, permitiendo así que ésta se acumule en el torrente sanguíneo en lugar de entrar en las células del organismo para ser utilizada como energía, pudiendo dañar así los vasos sanguíneos, el sistema nervioso y los órganos internos.
Si bien puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente entre niños, adolescentes y jóvenes. Afecta aproximadamente a 4.9 millones de individuos en el mundo.
Causas
Se desconoce con exactitud cuál es la causa de la Diabetes Tipo I, pero se presume que existe un desencadenante vírico o ambiental en individuos genéticamente vulnerables, causando una reacción inmunológica. El sistema inmune destruye las células beta en el páncreas, que es donde se produce la insulina.
Síntomas
Algunas personas pueden experimentar los siguientes síntomas en los momentos en que la glucemia está elevada:
- Cansancio, fatiga
- Incremento de la sed
- Pérdida inexplicable de peso
- Orinar con mayor frecuencia
- Visión borrosa
- Aumento del apetito
- Hormigueo o pérdida de sensibilidad en los pies
- Náuseas, vómitos
- Heridas o yagas que tardan en cicatrizar
- Dolor abdominal
- Sequedad y picazón en la piel
- Sensación de boca seca
- Respiración agitada y profunda
- Aliento con aroma frutal
- Enrojecimiento del rostro
En personas con Diabetes Tipo I que toman insulina, la hipoglucemia (baja de glucemia) puede desarrollarse muy rápido, por lo que cuando estos niveles descienden por debajo de 70mg/dl pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Apetito
- Dolor de cabeza
- Confusión, dificultades para pensar con claridad
- Cansancio, bostezos
- Palpitaciones (aumento de los latidos cardíacos)
- Pérdida de la coordinación muscular o espasmos musculares
- Sudoración
- Palidez
- Temblores
- Debilidad
- Convulsiones
Pruebas y exámenes para diagnosticar la Diabetes Tipo I
- Nivel de azúcar (glucemia) en sangre en ayunas: Si es mayor a 126 mg/dl en dos oportunidades se diagnostica la enfermedad
- Nivel de azúcar (glucemia) en sangre sin ayunar: Si es superior a 200 mg/dl y además el paciente manifiesta otros síntomas como incremento de la sed, cansancio, etc., se puede sospechar el diagnóstico de diabetes, pero para confirmarlo hay que hacer una análisis en ayunas
- Prueba oral de tolerancia a la glucosa: Si el nivel de glucosa en sangre es superior a los 200 mg/dl luedo de dos horas, entonces se diagnóstica la diabetes
- Examen de cetonas: Se realiza mediante un examen de orina cuando:
- La glucemia es mayor de 240 mg/dl
- Hay náuseas o vómitos
- En el embarazo
- Hay enfermedades como accidente cerebrovascular, ataque cardíaco, neumonía
Exámenes para controlar la enfermedad en el hogar o el consultorio
- Constatar la sensibilidad en los pies
- Examinar la piel y los huesos en piernas y pies
- Controlarse la presión arterial anualmente (no deberá superar los 130/80Hg)
- Controlar los niveles de triglicéridos y colesterol una vez al año (los niveles de colesterol deberán estar por debajo de 70-100 mg/dl)
- Acudir al odontólogo regularmente (cada 6 meses) para realizarse una higiene y control bucal exhaustivo, advirtiendo al mismo de su condición de diabético
- Acudir al oftalmólogo anualmente para controlar posibles problemas en la vista como consecuencia de la diabetes
- Controlarse la hemoglobina glucosilada (HbA1c) cada 6 meses o cada 3 si la diabetes está fuera de control
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son:
- Disminuir los síntomas
- Prevenir las complicaciones asociadas con la enfermedad (problemas de la vista, cardiopatía, insuficiencia renal, daño neurológico, amputaciones de las extremidades
¿Qué debe saber un paciente diabético tipo I?
- Reconocer y tratar la hiperglucemia
- Administrarse la insulina
- Controlar la glucemia y las cetonas en la orina
- Regimenes alimenticios para diabéticos
- Manejar el consumo de insulina y de alimentos durante el ejercicio
La insulina
La insulina disminuye los niveles de azúcar en sangre posibilitando que salga del torrente sanguíneo y entre en las células. Los diabéticos Tipo I no fabrican insulina por lo que deben consumirla a diario mediante una inyección.
En general los médicos enseñan a los pacientes diabéticos a inyectarse ellos mismos, ya que deben hacerlo entre una y cuatro veces al día.
Dieta
Los diabéticos tipo I deben comer todos los día a la misma hora y tratar de ingerir los mismos alimentos, lo que va impedir que los niveles de glucemia sean demasiado altos o bajos.
Actividad física
La actividad física regular contribuye a controlar los niveles de glucemia, pero es preciso previo a comenzar cualquier programa de ejercicios, consultar con el médico de cabecera. Se deberá advertir al profesor o instructor físico acerca de la condición de diabético.
Complicaciones
Luego de padecer la enfermedad por varis años, pueden existir complicaciones en la vista, el corazón, los pies, los riñones, etc. Los diabéticos tienen el mismo riesgo de sufrir un ataque cardíaco que un individuo que ya ha padecido uno.
Entre las complicaciones más habituales de la diabetes están:
- Problemas en la vista como consecuencia de la diabetes, entre ellos: Glaucoma, cataratas, retinopatía diabética
- Presión alta (hipertensión)
- Insuficiencia renal (nefropatía diabética)
- Daño en los vasos sanguíneos que irrigan la sangre a pies y piernas
- Daño neurológico que produce dolor y inmovilización en los pies
- Colesterol elevado
- Edema macular
- Accidente cerebrovascular
- Lesiones, llagas y úlceras en los pies por lo que si no se realizan los cuidados apropiados del pie diabético, pueden traer como consecuencia la amputación
- Infecciones cutáneas
- Problemas de erección
- Infecciones en el tracto genital femenino y en las vías urinarias