Contagio de VIH, el olivo puede evitar su propagación
La barrera contra el contagio del Sida - VIH - podría estar más cerca de lo que muchos imaginan gracias a la investigación de un grupo español.
La barrera contra el contagio del Sida - VIH - podría estar más cerca de lo que muchos imaginan gracias a la investigación de un grupo español.
España, aparte de ser un país hermoso, rico en historia y cultura es el precursor de una investigación que podría marcar un antes y después en lo que respecta al contagio y propagación del virus del Sida (VIH). La base de esta historia se centra en un microbicida que sería capaz de frenar al virus aludido anteriormente; el antioxidante llamado hydroxytyrosol es el protagonista de las investigaciones, y sobre él y el olivo se centran las esperanzas de muchas personas.
El hydroxytyrosol se encuentra presente en la hoja del olivo, aunque también podemos encontrarlo en el aceite de oliva que comúnmente consumimos, aunque en bajas cantidades. Es sabido que este antioxidante posee propiedades únicas como antiviral y antiinflamatorio, las que mediante un proceso de síntesis química y enzimática propuesto por los científicos españoles ha conseguido purificar y potenciar sus características de manera sorprendente.
El modo de funcionamiento de la molécula hydroxytyrosol difiere de otros microbicidas, ya que lo primero que hace es frenar la entrada del virus mediante la inhibición de la integración de éste con los genes de la persona. Hay que recordar que una de las condiciones esenciales de existencia del virus del Sida en el humano es la integración de éste en los genes, lo que imposibilita hasta el momento erradicarlo.
Siguiendo la lógica anterior, lo mejor que puede hacerse para evitar la propagación de esta enfermedad es evitar que sobreviva mediante la integración en los genes, pues de esta manera el virus termina muriendo por sí solo.
Avances de las investigaciones en curso
Por el momento las pruebas con el hydroxytyrosol se han desarrollado en modelo “in vitro”, aunque gracias al financiamiento de la Unión Europea ya se empezará a desarrollar la fase 2, donde los primates serán los encargados de demostrar si la eficacia del 100% observada en la fase 1 se repite igualmente.
Toca esperar a lo menos dos años más para ver si es factible probar el microbicida en humanos, lo que dependerá en gran parte de los resultados exhibidos en los primates. La comercialización del producto se considera comenzaría en cinco años aproximadamente si todo marcha bien, aunque para ello queda un trecho largo todavía.
Por último, hay que tomar en cuenta que la cura del Sida aún es una incógnita, pues lo que se persigue con el trabajo actual de investigación no es “curarlo” sino que impedir su propagación o contagio a través de un método de barrera.