Las peores ciudades donde vivir si se es alérgico
Knoxville es la peor cuidad para vivir de los Estados Unidos para las personas víctimas de las alergias estacionales.
Knoxville es la peor cuidad para vivir de los Estados Unidos para las personas víctimas de las alergias estacionales.
La Fundación de Asma y Alergia de América, realizó un informe que revela cuáles son las peores ciudades de los Estados Unidos donde vivir en épocas de alergias de primavera. El primer lugar lo obtuvo Knoxville y le siguieron las siguientes ciudades del sur: Louisville, Kentucky, Charlotte, Jackson, Misisipi, y Chattanooga (la lista total es mucho más larga).
Esta clasificación fue realizada según un análisis de los tres siguientes factores de las grandes superficies urbanas de los Estados Unidos:
- Puntuaciones de polen en el aire, árboles, en la hierba
- Cantidad de medicamentos para la alergia utilizados por paciente
- Cantidad de especialistas en alergia por paciente
Los investigadores señalan que la primera ciudad donde resulta más difícil vivir con alergias de primavera es Knoxville. Aquí se observó un mayor uso de medicamentos para la alergia y un recuento de polen más elevado que el promedio.
Este informe revela, además, que las alergias estacionales siguen siendo un problema para 40 millones de estadounidenses. Pero también, que el número medio de medicamentos para la alergia por persona es menor a 1,0; el promedio nacional es ahora de 0,94. Según los investigadores, la cantidad de recetas para medicamentos disminuyó, lo cual puede indicar que los pacientes están confiando más en la gran variedad de medicación para la alergia de venta libre.
Algunas recomendaciones para manejar las alergias de primavera
Para la gran mayoría de las personas afectadas por las alergias estacionales, están fuera de su alcance los factores que las despiertan. Pero de todos modos se pueden seguir algunos puntos para minimizar las molestias.
Los investigadores señalan que los pacientes con alergias nasales pueden beneficiarse permaneciendo dentro de sus hogares los días de recuento de polen elevado durante el otoño y la primavera. Pero también indican que hay casos en los que el aire interior puede estar hasta 10 veces más contaminado que el exterior.
Los ácaros del polvo, las cucarachas, la caspa de los animales, entre otros, pueden ser sustancias desencadenantes de las alergias estacionales dentro del hogar.
La Fundación de Asma y Alergia de América aconseja lo siguiente para mejorar la calidad del aire dentro del hogar:
Controlar las fuentes de contaminación:
- Eliminar las alfombras (de lo contrario limpiarlas muy bien con aspiradora), los colchones viejos, los juguetes de peluche, los sillones y demás muebles tapizados
- Comprar almohadas, colchones, acolchados, etc., con etiqueta de antialérgico (encasements)
- En casos de mascota, limpiar muy bien el dormitorio, aspirar para retirar el máximo de pelos, caspa, etc., ventilarlo bien y luego mantener la puerta y ventana cerrada con el aire acondicionado en recirculación y reducir la humedad al 50%
- Para limpiar el aire del interior de la habitación, utilizar un filtro de aire para eliminar los alergenos (vaciarlo una o dos veces a la semana) y lavar todas las semanas la ropa de cama, incluyendo almohadas, almohadones, cobertores y peluches
Hasta hace un tiempo no había muchos datos acerca de cuál era la situación de las alergias estacionales en América Latina, sólo se tenían datos de Europa, Asia y los Estados Unidos. Pero gracias a un sondeo realizado en algunos países latinoamericanos (Chile, Brasil, México, Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Venezuela), ahora se cuenta con mayor información.
Una observación interesante de este sondeo, fue que distintamente con lo sucedido en Estados Unidos donde los pacientes alérgicos sufren todo el año los síntomas de la alergia, en América Latina la gran mayoría sólo manifiesta tenerlos en los meses más complicados del año: El otoño y la primavera.
Al igual que sucede en Estados Unidos, el síntoma más molesto de la alergia estacional en Latinoamérica es la congestión nasal, seguido de dolores de cabeza y tos.