Radioterapia tras cirugía de cáncer de mama reduciría riesgo de retorno
De acuerdo con un estudio publicado en la revista médica The Lancet, la radioterapia posterior a una cirugía en pacientes con cáncer de mama detectado precozmente, reduciría el riesgo de recurrencia entre 10 y 15 años luego del tratamiento.
Esta información surge del análisis actualizado de datos de 11.000 pacientes que recibieron radioterapia luego de una cirugía conservadora por cáncer de mama.
Los resultados hallados demostraron que la radioterapia posterior a la cirugía disminuyó a la mitad el riesgo de retorno de la enfermedad y una sexta parte la tasa de mortalidad, frente a las mujeres que solamente habían sido intervenidas quirúrgicamente.
Bruce Haffty presidente de oncología de radiación del Robert Wood Johnson School señaló:
(…) la radiación no sólo reduce el riesgo de recurrencia local, sino que además mejora en general las tasas de curación y supervivencia.
Estudio realizado por un grupo de investigadores de Canadá, Estados Unidos y Japón encuentra que la demora de la radioterapia aumenta el riesgo de recaída
Otro estudio similar al mencionado, demostró que demorar el comienzo de la radioterapia luego de la cirugía incrementaba el riesgo de recurrencia del cáncer de mama.
Un grupo de investigadores de Canadá, Estados Unidos y Japón analizaron la relación entre el tiempo de espera para comenzar con la radioterapia tras una intervención quirúrgica por cáncer de mama y la recurrencia de la enfermedad; encontrando que el inicio temprano de ésta reduce la recaída.
Los investigadores analizaron los registros nacionales de, aproximadamente, 18.000 mujeres norteamericanas que habían sido sometidas a cirugía por cáncer de mama en una etapa temprana de la enfermedad, pero no habían recibido radioterapia.
Encontraron que el inicio de la radioterapia pasadas más de 6 semanas de la intervención, aumentaba la reaparición de la enfermedad. Según los investigadores, el tiempo de espera razonable entre la cirugía y el inicio de la radioterapia es de entre 4 y 6 semanas. Por lo cual abría que ahondar en investigación sobre el tema de los tiempos de espera, ya que podrían ser perjudiciales los que se están manejando actualmente.
Rinaa Punglia, del Dana-Farber Cancer Institute señaló en el British Medical Journal:
El costo de aumentar la capacidad para garantizar tiempos de espera más cortos sería sustancial