Tendinitis patelar
Rodilla de saltador
Rodilla de saltador
También se le denomina rodilla de saltador, tendinopatía rotuliana o tendinitis rotuliana, es una inflamación o lesión del tendón rotuliano, el tejido que une la rótula a la tibia.
Es una lesión que se produce por sobrecarga, movimientos repetitivos que causan daño o irritación en los tejidos.
Es muy frecuente en personas que realizan deportes de salto como voleibol, baloncesto, entre otros.
Causas o factores de riesgo:
- Patela alta: La patela está más alta de lo normal
- Falta de flexibilidad en los músculos que se insertan en la patela o próximo a la fosa poplitea
- Sobreuso de la rodilla
- Practica de deportes en los que está implicado el salto
- Debilidad de la porción interna del cuádriceps
- Fatiga muscular
- Traumatismos sin el adecuado tratamiento
Síntomas
- Inflamación del tendón
- Dolor al subir o bajar escalones
- Dolor después de estar sentado por largos periodos
- Dolor al doblar o enderezar la pierna
- Dolor en la parte inferior de la rótula
- Dolor al saltar, correr o caminar
- Dolor al caminar y detenerse súbitamente
- Incremento de la sensibilidad detrás de la rótula
Algunos síntomas menos frecuentes incluyen:
- Incremento de la temperatura, hinchazón o sensibilidad excesiva alrededor de la parte inferior de la rodilla
- Problemas de equilibrio
Tratamiento
Para la Tendinitis patelar leve o moderada el tratamiento puede incluir:
- Interrupción de las actividades o adaptación a un entrenamiento en el que no haya saltos o impactos
- Aplicación de hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la inflamación
- Poner la rodilla en alto
- Masoterapia
- Programas de rehabilitación que deben incluir el fortalecimiento de los musculos, especialmente los grupos de músculos que soportan peso como los cuádriceps y los de la pantorrilla
- Antiinflamatorios como ibuprofeno para aliviar el dolor y reducir la hinchazón
- Ejercicios de impacto mínimo para fortalecer la rodilla
- Inyecciones especiales para desensibilizar las terminaciones nerviosas y bajar la inflamación
Cirugía
Cuando hay dolor persistente o el daño en el tendón rotuliano es grave, es necesario recurrir a la cirugía. Esta incluye la extracción de la parte dañada, del tejido inflamado o la realización de cortes pequeños en los costados del tendón rotuliano para disminuir la presión de la zona media.
Tras la cirugía, el paciente debe ser sometido a un programa de rehabilitación que incluye masajes y ejercicios de fortalecimiento durante varios meses.
Recuperación
La recuperación puede llevar varias semanas o meses y lo recomendable es durante ese tiempo no realizar deportes o esfuerzos que puedan agravar la rodilla.
Pero la recuperación no quiere decir que la persona no pueda realizar ninguna actividad física. Dependiendo del grado de la lesión, se pueden realizar determinadas actividades de bajo impacto como nadar, por ejemplo.