La expresión corporal

La expresion corporal

Si bien es cierto que la importancia de la expresión corporal es uno de los aspectos con mayor incidencia en ámbitos como el emocional y el laboral y, a pesar de lo mucho que se hablar sobre ella, no se conocen las pautas de análisis para determinar qué significa cada uno de los gestos que la componen.

¿Cuántas veces hemos sido testigos de una situación en la que una persona nos ha causado una impresión equivocada o viceversa?

Es una situación que se repite con mucha frecuencia y, para evitarlo, hay que tener en cuenta algunos consejos para lograr que nuestra expresión corporal se transforme en un aliado.

Los mensajes, los gestos y la actitud

Sea cual sea el ámbito en el que nos desenvolvamos, es fundamental que nuestros mensajes sean consecuentes con la actitud, la postura y los gestos que emita nuestro cuerpo.

  1. Enseñe a su cuerpo a hablar
  2. Es fundamental que nuestro cuerpo y nuestro rostro transmitan un mensaje al interlocutor. La mejor forma de trasmitir un mensaje positivo es poniendo nuestro cuerpo y fijando nuestra mirada frente al cuerpo y la mirada de la persona con la que hablamos. Una postura ladeada indica superioridad y siempre deriva en una falta de empatía inicial.

  3. La distancia apropiada
  4. La distancia entre dos cuerpos que se comunican es fundamental a la hora de establecer una relación sea cual sea el ámbito en el que nos desenvolvamos. Una distancia relativamente larga, denota personas frías y distantes mientras que, si nos acercamos demasiado, podemos transmitir una sensación de falta de respeto o incluso, de agresividad.

  5. Seguridad en nosotros mismos
  6. La única forma de transmitir seguridad es generando confianza y, para ello, es fundamental haber ejercitado nuestra autoestima. Ésta, si bien es un tema complejo y extenso, únicamente puede lograrse cuando se genera en nuestro interior. Si somos personas seguras de nosotros mismos y confiamos en nuestras cualidades y aptitudes, es exactamente eso lo que transmitiremos.

    No debe confundirse la autoestima con la tensión. Obviamente si estamos frente a una entrevista de trabajo o una reunión importante para cerrar una alianza estratégica, es posible que nos sintamos inquietos y ansiosos sin que incida sobre la sensación de seguridad en nosotros mismos que transmitamos a nuestro interlocutor.

  7. Las extremidades, una gran ayuda
  8. En el ámbito que nos ocupa y, hablando de expresión corporal, son las extremidades las que trasmiten los mensajes.

    Es fundamental tener los pies apoyados en el suelo, este es un gesto que denota confianza y seguridad.

    De igual forma los brazos deben permanecer sueltos y relajados, accionando acorde con nuestras palabras y sin ser cruzados cubriendo el tórax, los brazos cruzados dan una impresión de estar cerrados frente a la otra persona.

  9. La mirada… núcleo central de la expresión corporal
  10. La mirada es el espejo del alma… suele rezar un refranero popular y, que verdad tan grande… Una mirada puede establecer un vínculo o romper para siempre la posibilidad de relacionarnos.

    El contacto visual directo aporta a nuestro interlocutor la posibilidad de comprobar si lo que decimos es o no cierto.

    La mirada es la prueba fehaciente de los valores humanos con los que contamos, el compromiso, la honestidad, la dignidad, etc.… pueden ser transmitidos a través de una mirada.

    Mire directamente a los ojos de su interlocutor. Las personas que no sostienen la mirada cuando entablan una relación con otra persona, siempre ocultan carencias en algún aspecto fundamental.

  11. Argumentos y creencias
  12. Nuestros argumentos, nuestras creencias, aquello que queremos transmitir, únicamente es posible si lo hacemos acompañándonos de los gestos adecuados y la inflexión correcta de nuestro tono de voz. Si somos demasiado vehementes podemos resultar agresivos y si somos poco expresivos, resultaremos manejables y dúctiles.

  13. Bilateralidad de la expresión corporal
  14. Es fundamental también un aspecto que, en muchas ocasiones pasa desapercibido. Solemos estar muy atentos a las pautas establecidas cuando somos nosotros los que hablamos, sin embargo caemos en falencias fundamentales para mantener una conversación enriquecedora que de paso a una relación sostenida en el tiempo; saber escuchar y estar atentos a nuestra expresión corporal cuando escuchamos.

    Escuchar es fundamental, la escucha activa es aquella en la que estamos atentos a lo que la otra persona dice y no pensando en lo que vamos a contestar o se nos olvidó decir. Una escucha activa tiene su reflejo en nuestra expresión corporal de oyentes, la mirada sostenida en nuestro interlocutor, los gestos controlados, los pies firmes, los brazos relajados, asentir con la cabeza, etc.… es el fiel reflejo de cuanto estamos escuchando y asimilando de la otra persona.

Conclusiones

Por último, es importante destacar que, una expresión corporal adecuada puede modificarse y optimizarse, sin embargo no es posible si el trabajo no tiene su origen en nuestro interior.

Todos tenemos algún aspecto de nuestra personalidad que nos hace sentirnos inseguros o faltos de confianza y, es fundamental trabajar en ello para minimizar los efectos colaterales de ese rasgo de nosotros mismos que, tantas y tantas veces a lo largo de nuestras vidas, nos ha mostrado su cara más amarga.

Conviene no olvidar que, si bien existen circunstancias en la vida que se producen sin más, ninguna de las situaciones finales es casual, sino que habitualmente se establece una relación de causalidad entre el problema acaecido, el desarrollo del mismo y su conclusión, con nuestra actitud y nuestras acciones cuando estamos inmersos en él.

El trabajo interno pasa por mejorar, un poco cada día, aquellos aspectos de nosotros mismos que no son positivos, pensando que, sólo así, podremos minimizar su impacto sobre nuestras vidas.

Una vez logrado el objetivo, una vez ejercitado el músculo de la armonía y el equilibrio, la expresión corporal se optimizará por si misma sin que ni tan siquiera tengamos que estar preocupados de… cómo ponemos nuestros pies.