Las evolución de las proteínas y el big bang
Las proteínas son maravillosas, son biomoléculas capaces de llevar funciones tan diversas como imprescindibles en los seres vivos, hay miles de proteínas de origen natural y todas ellas están formadas por las mismas unidades, los aminoácidos.
Como un lego, las proteínas se constituyen de aminoácidos unidos entre sí por enlace peptídico, un enlace que para formarse, debe dar lugar nacesariamente a la eliminación de agua. Y es la naturaleza geométrica que esta unión dispone en las 3 dimensiones del espacio, una de las razones de la increíble diversidad y funcionalidad de las proteínas.
Así es, sustancias tan dispares como la hemoglobina de la sangre y el colágeno del cuero al ser hidrolizadas, al romperle todos sus enlaces peptídicos, dan lugar a las mismas unidades fundamentales, los no más de 20 aminoácidos naturales.
Es que al unirse varios aminoácidos uno tras del otro, en la cadena peptídica, hay zonas planas incapaces de doblegarse en el espacio y hay "bisagras" o zonas donde la cadena puede girar en torno a sí misma. Y de cómo se vaya armando el "collar" en el espacio, dependerá del tipo de proteína y, por supuesto, de la función que va a desempeñar.
Un reciente estudio liderado por Fyodor Kondrashov y Inna Povolotskaya realizado en en Centro de Regulación Genómica de Barcelona, ha revelado que las proteínas siguen evolucionando, siguen en "expansión" desde una primer molécula proteica hace 3 mil quinientos millones de años. La investigación tomó como modelo el modelo de razonamiento que puso a Hubble en la cúspide de los descubrimientos cuando observó cómo las galaxias más lejanas se alejaban a más velocidad que las cercanas. El big bang pudo ser proyectado como quien extrapola en una gráfica en un punto a 15 mil millones de años luz. De forma análoga, los investigadores del CRG, presentaron una novedosa forma de evaluar el grado de evolución de las proteínas en función del tiempo. Esto les ha permitido reafirmar la teoría de origen común de la vida y proyectar el grado de variación que podrían alcanzar las proteínas en el futuro.
Las proteínas no admiten cambios bruscos en su evolución sin una alteración notoria en su funcionalidad biológica, en ningún caso se trata de cambios perceptibles para una vida humana sino que esta investigación alude a cambios a muy largo plazo. Existe una relación intrínseca entre la configuración de una proteína, o sea la secuencia de aminoácidos que la forma y el ADN, cualquier variante en la síntesis in vivo de proteínas va a requerir de una mutación genética.