¿Puede la Gestalt ayudar a curar la depresión?
La autoconfianza, la aceptación de uno mismo, el hacerse cargo y el afrontar situaciones difíciles son las claves del tratamiento
La autoconfianza, la aceptación de uno mismo, el hacerse cargo y el afrontar situaciones difíciles son las claves del tratamiento
La Gestalt desarrolla que la neurosis (de la que la depresión sería un aspecto), es la escisión de la personalidad por la que el sujeto no puede resolver el conflicto entre dos partes opuestas de su personalidad.
Estas partes del individuo representan actitudes y creencias que fueron aprehendidas en su primera infancia. En un sujeto deprimido, una de las partes de la personalidad estaría representada por una conciencia más rígida del común de las personas. Resultado de un contexto que impuso sus normas bajo amenaza de castigo, retirada de afecto u otro correctivo. El individuo interiorizó esos modelos que luego utilizará para castigarse cuando sienta que no se comportó como debía.
Tratamiento para la depresión
La Gestalt trata la depresión desde un punto de vista del “aquí y ahora” a diferencia del psicoanálisis que es del “allí y entonces”. Busca profundizar en la forma en que el sujeto se evade de su propia experiencia del momento que vive y también apunta a reconocer los sentimientos de agresión que subyacen en la manifestación de la depresión.
Uno de los puntos importantes propuestos por la Gestalt para tratar la depresión, tiene que ver con el apoyo que necesita el individuo de su entorno.
Para solicitar esta atención, utilizará todo tipo de manipulaciones como negación de aspectos de la propia persona, dependencia, rigidez y el pensamiento de que no puede vivir sin el apoyo de los demás. Para tratar este punto se recurre a la “frustración creativa” de estos esfuerzos, con el fin de llegar al apoyo de uno por uno mismo. Lo que se desea es que el sujeto logre aceptarse a sí mismo.
La Gestalt también desarrolla el concepto del asunto inacabado (cuando el individuo debe enfrentar una gran pérdida y le resulta abrumadora). Para su tratamiento se apuntará a que el sujeto exprese todas sus emociones de la situación inacabada, para llegar más fácilmente a una resolución integradora.
Para tratar la depresión basada en el sentimiento de que el individuo es ineficaz, que no puede conectarse o que es inepto para utilizar su propia energía. El tratamiento residirá en ayudar al paciente a volver a conectarse o volver a sentirse en control de sus capacidades personales.
El tratamiento para la conducta depresiva, radica en restituir en el sujeto la elaboración de comportamientos que suministren un refuerzo conveniente. Se buscará que el individuo se haga responsable de sí mismo y construya la confianza para ayudarse en las situaciones más difíciles.
Básicamente, la terapia propiciada por la Gestalt tiene como fin alentar al individuo a ser lo que verdaderamente es. Es decir que esta orientación admite al individuo atenderse y hacerse cargo de sí mismo, una actitud que frecuentemente es la causa de notables cambios.
Las prácticas que han resultado más exitosas en el tratamiento de la depresión son aquellas que contienen la corrección de las distorsiones cognoscitivas, la alteración de esquemas de interacción social, o la expresión de la emoción. La Gestalt incluye tratamientos para todas estas conductas cuando busca, en la terapia, la integración de la propia personalidad.