Malos hábitos nerviosos perjudiciales para la salud
Morderse las uñas, los labios, jalarse el cabello, rechinar los dientes…
Morderse las uñas, los labios, jalarse el cabello, rechinar los dientes…
Hay hábitos nerviosos muy comunes como morderse las uñas, morder la parte de atrás de los lápices, jalarse el cabello, etc, que, aunque en primera instancia parecen inofensivos, pueden llegar a ser perjudiciales.
Morderse las uñas
Morderse las uñas constantemente es un mal habito que además de perjudicar la estética de los dedos y las manos e incluso causar lesiones en la piel próxima a las uñas, puede ser una fuente de bacterias. Así lo explica el Dr. Michael Shapiro, un dermatólogo de Nueva York:
Las bacterias que están debajo de las uñas también pueden ser transferidas a la boca, causando infecciones de las encías y la garganta
Morder lápices o bolígrafos
Para algunas personas morderse las uñas no es suficiente y siguen con lo que sea incluso con lápices o bolígrafos. Esto lleva a que un montón de gérmenes y bacterias que están en estos objetos que son manoseados por muchas personas, ingresen a la boca de quien los muerde, incrementando las posibilidades de contagio de enfermedades como los resfríos, gripes, etc.
Jalarse el cabello
Este hábito, si bien no es tan común como morderse las uñas, es frecuente y muchas son las personas que ante situaciones de estrés se jalan el cabello. Esta conducta llevada al extremo se denomina tricotilomanía. Puede llevar en algunos casos a daños en la raíz del cuero cabelludo y a la pérdida temporal o permanente del cabello en esas zonas.
Hacer sonar el cuello
Muchas personas tienen la costumbre de mover el cuello bruscamente hacia los lados con el fin de liberar las tensiones acumuladas en la zona. Este hábito que puede parecer inofensivo y en un principio produce alivio, a la larga puede traer problemas en los ligamentos del cuello. Y el cirujano ortopédico Michael Gleiber señala que esta práctica podría desgastar las articulaciones y con el tiempo resultar en artritis.
Rechinar los dientes
El hábito de apretar y rechinar los dientes ante situaciones tensas, de ansiedad estrés, puede llevar a que se desgasten o incluso se rompa alguna pieza.
Tocarse la cara
Hay personas que tienen como costumbre cuando están nerviosas pellizcarse la cara, especialmente cuando hay acné. Esta práctica cuando es constante, puede dañar las capas superiores microscópicas finas de la piel. Inclusive en los casos más extremos se puede lastimar hasta el punto de causar sangrado, con lo cual, según la Dra. Jessica Krant, profesora médica asistente de dermatología en el SUNY Downstate Medical Center de Nueva York, quedará una cicatriz permanente.
Morderse los labios
Morderse o chuparse permanentemente los labios puede hacer que las enzimas digestivas de la boca dañe la piel de los labios causando queilitis o dermatitis, lo que lleva a que luzcan secos y agrietados. Y según el dermatólogo de Nueva Jersey Coyle S. Connolly, morderse los labios puede llevar a que aparezcan fibromas, formaciones de color carne que pueden requerir ser extirpados quirúrgicamente.
Morderse la mejilla
Es similar a morderse los labios y puede llevar a la inflamación permanente de la zona, sangrado y cicatrización.
Mascar chicle
Mascar chicle constantemente puede conducir a trastornos en la articulación temporomandibular debido al exceso en el uso de los músculos de la mandíbula. Además según el Instituto Nacional de Enfermedades Digestivas de Estados Unidos, la ingestión de aire que se produce al mascar chicle, favorece los gases estomacales.