Lograr tasas metabólicas menores (energía utilizada por el organismo para sus funciones normales) mediante una dieta restrictiva, aumenta la expectativa de vida.
Además de los clásicos beneficios de consumir frutas y verduras por su contenido en vitaminas, minerales y fibra, se suma el de los fitonutrientes, pigmentos que dan color a las mismas y que poseen efectos antioxidantes y fortificantes del sistema inmune.