Recomendaciones para prevenir ahogamientos en vacaciones
Respetar la zona de baño, no zambullirse desde alturas ni en zonas rocosas…
Respetar la zona de baño, no zambullirse desde alturas ni en zonas rocosas…
En época de vacaciones y verano todo es fiesta y diversión, la playa, el sol, la arena, el mar. Pero también suele ser un período de accidentes como los ahogamientos por imprudencia. Por ello, es importante tomar algunas medidas preventivas para que nada empañe el buen momento.
- Conocer la zona de baño
- No perder de vista a los niños
- Si no se sabe nadar no bañarse solo
- Acostumbrar gradualmente el cuerpo a la temperatura del agua
- Tener en cuenta la digestión
- No tirarse a salvar a alguien que se está ahogando
- Mantener la calma ante una situación de emergencia
- Respetar siempre la zona de baño y las sugerencias de los guardavidas
- Cuidado con las zambullidas descontroladas
- Cuidado al bañarse en la noche
- Tomar las máximas precauciones en las piscinas
La temperatura y la profundidad del agua, las corrientes, mareas, etc.
Los niños son inconscientes, no tienen sentido del peligro ni le temen al agua, además pueden ahogarse en la orilla al ser arrollados por una ola. Por ello, es importante no perderlos de vista ni por un segundo y estar siempre cerca de ellos cuando se mojan en la orillita del mar, ya que aunque parezca que no es riesgoso, para ellos lo es y mucho.
Las personas que no saben nadar, es preferible que se bañen cerca de la orilla y siempre acompañadas de alguien que sepa nadar.
Al entrar al agua hacerlo de a poco e ir mojando cada parte del cuerpo de manera gradual para evitar el impacto y contraste del calor del cuerpo con el frío del agua.
Evitar entrar al agua si recién se comió y dejar pasar al menor unas 2 o 3 horas.
Si bien esto es fácil decirlo y difícil aplicarlo cuando alguien está en peligro, más aún si es un ser querido; es fundamental para evitar que el problema sea mayor. Cuando alguien se tira a tratar de salvar a alguien, en general lo único que hace es complicar las cosas en lugar de ayudar. Ya que no se está preparado para salvataje, no se conocen las maniobras ni las técnicas y puede pasar que los guardavidas en vez de tener que rescatar a uno tengan que rescatar a dos.
Esto también es más fácil decirlo que hacerlo, pero mantener la calma puede hacer la diferencia, ya que al mantenerse tranquilo y relajado, se puede mantener a flote y esperar que llegue la ayuda.
Estas indicaciones no están puestas por nada, tienen un sentido, un análisis y una explicación. Cada mañana cuando los guardavidas llegan a las playas, analizan las corrientes, se comunican con prefectura para que los informe de los vientos, etc., y así deciden qué bandera colocar: Verde (mar calmo); amarilla (peligro) o roja (prohibido bañarse). Nadar siempre paralelo a la costa y evitar entrar mar adentro con colchones y tablas si no se sabe nadar muy bien.
Los riesgos de traumatismos craneoencefálicos como consecuencia de una zambullida son grandes. Por ello, evitar zambullirse en zonas desconocidas, desde alturas (muelles, rocas, etc), en zonas de rocas o piedras o poco profundas. Antes de zambullirse reconocer el lugar primero, comprobar la profundidad y recién una vez estando seguros tirarse de cabeza al agua.
En la noche es difícil ver la profundidad del agua y generalmente algunas personas o los jóvenes luego de tomar un poco de alcohol de más y como un divertimento se tiran al mar sin ninguna precaución.
Vigilar a los niños todo el tiempo, evitar saltos, empujones y juegos de mano dentro del agua.